8/06/2008

AIRE Y VALOR...

AIRE Y VALOR…

Sabemos que en Venezuela la situación es de color hormiga, aunque la pinten de rojo, la economía responde a una sola voz, la del narcoterrorismo.
Somos producto de una aberrante y consecuente perspectiva de vida que nos lleva directo a un foso de incierto futuro. Pensando en que la recuperación del país, para retrotraerlo a la época antes de adoratorio a Fidel, es decir diez años atrás, necesitamos veinte años, nos pondría a 30 del primer mundo.
Pero eso no será imposible. En Venezuela la idolatría y adulación que derraman los que se suponen manejan los destinos del país, para con el hombre poderoso que maneja la chequera es apocalíptica.
Dejemos ya lo de comparar al verraco de sabaneta con el sol, el bendecir el día de su nacimiento, o excusar su lenguaje populachero y de matón de barrio, es la irrefutable perdida de noción cultural y caer en la perversa mano del servilismo, al aceptar escuchar al presidente en sus alturas, explicar con lujo de detalles, de sus necesidades fisiológicas mas primarias. De cómo caga un hombre ungido en la vestimenta presidencial. Imagino por las caras de sus colaboradores, maldecir el haberse perdido la posibilidad de oler tan suculenta e inmunda situación.
No sé que pueda llevar a un hombre o mujer colocarse en situación de sumisión tal que aplauda, ría y magnifique tal gracia. De chavez cualquier cosa puedo esperar, después de señorear asesinos, vitorear criminales de lesa humanidad, difamar al país en pleno, aupar terroristas, esconder criminales, desmembrar y prostituir a las fuerzas armadas nacionales, sobornar las instituciones básicas del país, criminalizar la disidencia política, dividir a un pueblo, enriquecerse con los dineros del país, en pocas palabras, traicionar a su patria.
El que los poderes públicos agachados por el fardo de dinero que los sepulta, no es excusa para mantener tan viles privilegios de imponer una ideología que nace todos los días de acuerdo al carácter bipolar del titiritero.
Esa bajeza y falta de solvencia moral que festivamente muestran y promueven desde los altos escalafones del régimen narcoterrorista, ha permeado a la población en pleno. El pueblo a cuenta de pobre es tratado como enfermo e inculto. Pueblo que se asemeja en esos documentales a los pichones que con la boca abierta esperan la llegada del alimento. Solo unos comen, los pocos, los otros van apocándose y muriendo en el camino, el desanimo y la irascible fuerza de los que por suerte salieron adelante terminan por hundir al resto. Y el vulgo, alimentando esperanzas que jamás llegaran, obnubilados por la promesa de ver caer a los ricos, proclaman, glorifican y aplauden a la nueva elite multimillonaria revolucionaria.
Llegara el momento del que tenga todavía aire en los pulmones y valor en sus gónadas. Llegara.

VM
06 VIII 2008

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