6/26/2013

EL LETARGO DEL CUENTO...

Nuestro cuento comenzó con un “Por ahora”, y eso que se supone que los cuentos siempre comienzan con un “había una vez”.
Y digo cuento porque ahí se unieron todos, ricos y pobres, periodistas y educadores, artistas e intelectuales, estudiantes y profesionales, esperanzas e intereses.
Se construiría un país nuevo.
Una nueva Constitución.
Una nueva sociedad.
Una nueva ideología.
Una nueva manera de gobernar.
Un nuevo pueblo.
Una nueva esperanza.
Una nueva economía.
Una nueva soberanía.
Y habría educación
Y habría salud
Y habría trabajo
Y habría seguridad
Y habría dignidad
Y habría honestidad
Y habría soberanía.
Y habría crecimiento.
Y habría igualdad.
Y habría reglas justas.
Y habría apertura.
Y habría libertades
Y habría libertad de pensamiento.
Y habría libertad de expresión.
Y habría oportunidades para todos por igual.
Y eso fue todo y todo fue sólo promesas. Pero nuestro cuento todavía no tiene fin, caemos en un foso en el que no se ha llegado al fondo.
No hay luz, solo esa terrible mezcla de ingenuidad, credulidad e incultura de un pueblo amasado a base de golpes, hambre y sangre que cree en voces de brujos parlanchines veedores de futuros imaginarios y bíblicas frases de los “tiempos de Dioses perfectos” y “lo último a perderse es la esperanza”; apoltronándose frente a su futuro a la espera del desenlace feliz.
En Venezuela se vive una parodia de vida, en donde lo único verdaderamente perdido es el tiempo de las generaciones de jóvenes que día a día ven como se sigue sepultando su futuro.
Hasta que despierten del letargo del cuento y ya no haya más tiempo para ellos.
Y de ese lodazal nadie saldrá.

Arq. Víctor Juan Mión

@VMreporte