A los que todavía son gente, en el Día del Trabajador
Minutos previos todo entusiasmo, todo ideales, todo agitación, pero triste es la realidad en la que vivimos, una vida de amedrentamiento donde salvajes mercenarios de la muerte disfrazados de policías y guardias nacionales, vitoreados por consecuentes arengas ideológicas de su infame líder, fustigan y agreden sistemática e implacablemente la esperanza de lo que queda de pueblo.
Hemos abiertamente tolerado que cualquiera penetrara en nuestros sentimientos sin poner limitante alguna, esa actitud ahora corroe nuestros sentidos y minimiza nuestros ideales.
Aceptamos y simplemente lo hemos ido dejando.
Esta es la historia de la vida que se sucede entre cuentos desgarradores, noticias de impacto, un país deshumanizándose, un régimen de insana actitud y macabros fines, ¿Es esto normal que suceda?, ¿Qué ha sucedido en el cotidiano ajetreo nacional, que de ciudadanos nos convertimos en gentuza?, Ya la pregunta no es si podemos llegar al equilibrio y la ecuanimidad o cuando, sino ¿volverán el equilibrio y la ecuanimidad?
Que difícil es ver la vida con el cristal de la esperanza cuando se es desbordado por la falta absoluta de lógica, raciocinio, justicia, razón, imparcialidad, integridad, honestidad. Al permitirlo, mancillamos nuestro gentilicio. Duro será ver a nuestros hijos obligados a arrodillarse para lamer la bota que ha de patearlos.
VM
009 V 1
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