Y NOS JODIMOS TODOS...

Y NOS JODIMOS TODOS...
Ya llego, no ha salido, se siente como si hubiera llegado, no viene hoy, el dijo que venia, se esta montando en el avión, Diosdado frente a una cámara de vtv... él esta aquí aunque no venga, su presencia lo invade todo.
Él, magnánimo ser superior y vitalicio, puede estar en varias partes al mismo tiempo, yo lo he visto, declara con ojos desbordados su acólito jaua.
Mientras tanto de los hospitales del bien amado país del Caribe, de las costas remotas del G2 cubano, del laboratorio de la vida nueva del propio averno, sale para venir a nosotros, todo honor y toda gloria, un hombre nuevo.
Desciende de la siniestra del Padre, viene renovado por el amor que le fuera prodigado y que ahora el siente debe dar. Viene un hombre nuevo. Lagrimas en los ojos cuenta su experiencia, la dura experiencia de verdad de frente, cara a cara con la guadańa del ser de las sombras. Eso lo cambio, ahora es todo amor por los siglos de los siglos... O por lo menos hasta el 2021.
Los ministros corren a las iglesias a pedir misas en favor del hombre nuevo y vitalicio, e indulgencias para los tiempos nuevos. El loco Silva en la hojilla, con lagrimas en los ojos y voz quebrada, muestra un cuadro pintado en los tiempos de recogimiento del Supremo en la isla de la bondad, en el cual se ve reflejado el amor en los ojos del Che, ataviado como la Virgen Maria que en brazos lleva como Nińo Jesús, un nińo de la piedrita armado de khalashnicof y boina .
Se escucha su voz, Dios.... Llego? Piensa aprensivo el pueblo, cerrando puertas y ventanas, como cuando llegaba Cipriano Armenteros a espoliar pueblos y sabanas.
Pero para sus acólitos, sigüis, lamebotas, chavistas y no chavistas que se llenan los bolsillos del dinero ajeno, piensan... Llego Dios... Vistamonos de rojo colorao y vayamos a rendir honores a quien todo lo da.
El mundo impávido ve la cadena nacional desde Monagas, el estado mas ecológico del mundo, al Ser Supremo, al amoroso padre de todos los venezolanos, al ahora nuevo Libertador que ha ganado la mas grande de las batallas que ni siquiera el mismo Bolivar pudo vencer.. La muerte.
Chavez aparece de túnica roja rojiza, en sandalias como las sandalias del pescador, caminando por sobre las aguas del río Guarapiche, realmente sobre el petróleo endurecido, pero el efecto en televisión es el mismo.
Se sienta sobre una alfombra iraki, especialmente tejida para la ocasión, entre cojines dorados y rojos, colores escogidos por los videntes, babalaos y quirománticos isleños. A sus pies, de rodillas y unos escalones mas abajo, Maduro y Cilia, con cara de devocion como cuando fueron a ver a SaiBaba, en tercera linea el general Rangel Silva, Diosdado y Jaua, dándose codazos.
Y hablo... Hoy, hijos míos, ese es el nuevo trato del soberano, hoy para Venezuela comienza la era de la luz, no de la luz de la electricidad eso no porque ese es un problema mundano, banal, que dejara de suceder cuando mis adversarios comiencen a amarme y dejen el sabotaje.
De la luz porque es cuando ustedes hijos míos abren los ojos como recién nacidos a la luz, por primera vez. Olviden el pasado, eso ya paso y quien se recuerda del pasado no puede caminar la senda del futuro revolucionario.
Tuve una visión, el hombre de barba me hablo. Mientras me despertaba del letargo de la anestesia con cloroformo, una novísima técnica de los médicos revolucionarios. Vi su cara, me toco con sus manos huesudas y frías, su bondad invadió mi cuerpo, que digo mi cuerpo, mi mente mi espíritu mi aura, el aura es una cosa que algunos ven alrededor de uno pero que uno no anda viendo por ahí, solo los místicos la ven, pues invadió todo mi ser y me dijo, en ese tono de voz susurrante, con ese cantar que solo lo tienen los dioses..
Coño chico, pol tu madre, a ver si te pones pilas y matas a quien haya que matar y compras a quien haya que comprar, pero no pierdas las elecciones porque si no nos jodimos todos...

Arq. Víctor Juan Mión Pivetta
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@Mionvi