10/08/2012

ESCUALIDOS MAJUNCHES O CHAVISTAS...

En Venezuela en las elecciones del 7-O, no perdió Capriles, ni gano Chavez, volvió a perder Venezuela.
En esta campaña electoral prevaleció esa quimera que te hace pensar que vamos a quitarles de las manos el poder a través del voto, con la posibilidad además de juzgarlos por crímenes de lesa humanidad a un narco régimen sin reglas de juego prestablecidas e igualitarias. Sin la depuración del REP, con cedulación indiscriminada, con el voto electrónico Smartmatic, con el país permeado por el G2 cubano que maneja la CANTV y su cable de fibra óptica a cuba, el CNE y los narco militares acostumbrados a la buena vida, con los círculos bolivarianos armados hasta los dientes, los pranes con permisos de porte de arma y movilización en el país para amedrentar el pueblo persuadiéndolo de no salir a defender su voto.
El exceso de triunfalismo creo el espejismo de la victoria al cual 6,3 Millones de venezolanos nos aferramos.
Ese exceso, no nos permitió poner pie en la tierra y pensar centradamente con el cerebro. Solo flotamos en el bucólico y enrarecido aire que genera el premio, que se daría con el supuesto logro y no vimos más allá.
Periodistas de altas tallas, connotados politólogos, políticos emergentes y los ya formados en la lid, se encargaron de expandir voces de posibles victorias que el pueblo medianamente pensante y que ha sido vapuleado en espíritu, alma, cuerpo, bolsillo y posibilidades, se aferro para tratar de ver la luz al supuesto final del túnel. Y este túnel ya no tiene final ni tendrá luz por mucho tiempo.
Tenemos la visión de un contendiente enfermo terminal, de una enfermedad gravísima, especulamos el tiempo de vida, el tipo de medicamentos que ingiere, si esta gordo, flaco o tambaleante, pero ahora vemos cuanto tiempo perdimos en esa pendejada y al final veremos de verdad que tan terminal es la enfermedad, si es que esta enfermo.
Ese triunfalismo que nos hace pensar que un narco dictador entregara el poder a cambio de los votos de sus contrincantes, porque hay militares “institucionales” que harán prevalecer la verdad, cuando la realidad nos ha demostrado fehacientemente el oportunismo y marginalidad militar.
Esa misma ilusión que hace creer a la gente, que marchas donde se agrupan ricos y pobres, negros, blancos e indios, mujeres, ancianos y niños, estudiantes y pordioseros, porque el pueblo perdió el miedo y ahora si tendrá el poder de torcer el destino del país.
Ese mismo brillo que domina el entendimiento y da cierta certidumbre para considerarse invencibles y aventajar ganancias ante corruptos criminales que con una maquinaria electoral infernal dispuesta a la trampa y engrasada hasta los tuétanos por millones de dólares van a permitir perder el vellocino dorado que es la fortuna de gobernar un país petrolero sin tener que dar explicaciones, por que ellos lo que dan son ordenes.
   Esa fulgurante visión de una Venezuela grande, digna, honesta, fuerte, rica, educada, trabajadora, la llevaremos en el corazón, porque patria no tenemos, aunque nos sintamos mas Venezolanos que nunca, como me dijeran mis hijas esta mañana a las 5:00 Hora Suiza del 8-O, (22:30 Hora Venezuela del 7-O) y enterándonos de la noticia.
El tiempo de Dios es perfecto, pero mientras pasa ese tiempo y tu aguardas con esperanzas, tus hijos deben vivir en la indignidad de un país indigno por un régimen criminal, acosados y etiquetados como escuálidos majunches por lo que no tendrán las mismas oportunidades de crecimiento y desarrollo o lo que seria peor, deberán plegarse a ser chavistas y lamer la bota que los patea para sobrevivir.

Arq. Víctor Juan Mión Pivetta
@Mionvi @VMreporte

2 comentarios:

  1. Decian los sabios:
    puedes engagnar uno posiempre,
    pocos por mucho tiempo...
    pero nunca nadie consiguio' de engagnar todos por siempre!
    Y este antiguo dicho nace en una cultura che Yo admiro; la Judia...que no se equivoca NUNVA.

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  2. el anonimo soy yo tu primo "gordo", desde Pomezia...queria escribir NUNCA...Y NO NUNVA, perdoname, roberto un abrazo.

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