1/09/2008

El pais esta enfermo...


Tratando de entender el porque del origen de lo acontecido en el país, me percato, que el pelear contra lo que suponemos es una dictadura, un socialismo o un bolivarianismo exacerbado, es un error que nos esta sepultando. Con solo ver las actuaciones del aspaviento de presidente en los distintos ámbitos por los que se pasea, no tenemos un problema político en si, sino uno clínico. Y es aquí en donde, precisamente brota la sospecha. Somos un país que más que hacia un comunismo, vamos a un manicomio. Directo.
Mi análisis me llevo a calarme interminables horas de paja y gamelote, que proferidas por los diferentes actores de la bizarra realidad nacional, en diferentes direcciones y horas, me mostraron su dosis de intención, esto es, darle a la oposición el suplemento desquiciante para que en perpetuas criticas, periodistas por un lado y los de a pie por el otro, abonen mas aún el desconcierto con el que se siembra la desesperanza.
Es lo que nos ha traído estos nueve años. El país esta enfermo, contagiado de un sicótico mal, que amenaza la integridad física, social y moral de todos. Nos estamos infectando del mal del presidente. De episodios maniacos con síntomas de exaltada, desenfrenada y putrefacta hipocresía, de falta de juicio, de vivir en una irrealidad consecuente, todos huraños e irritables, a veces con euforia inusitada, algunos idolatrando seres perversos, actuando con grosería. Y de todo eso, nos toca lo peor. Podemos verlo en la calle, en el trafico, en los abastos, en la cola que debemos hacer para cualquier cosa. Estamos atrapados en una nube de malos augurios y bajos instintos, la venganza es la ley, el desorden y el hampa es institución, la corrupción el objetivo de vida, el abuso es el código. Y nos estamos dejando.
El miedo es libre, eso es verdad y es respetable. La debilidad, no, ahí esta el caldo de cultivo en donde la virulencia toxica del discurso y del billete gubernamental, haciendo estragos en esta nuestra casa y además infiltrando débiles países, conducidos por raquíticos intelectuales, que como borregos bailan al son que les toquen.
Vivimos apabullados, en donde el que tiene, es. Cuanto daño nos ha hecho el anquilosado pensamiento permisivo de “gobernante que no roba, es pendejo”, ahora, más que nunca, nos ahoga. ¿Donde esta la gente, donde esta el Honesto, donde esta el Honorable, donde el Digno, donde el Señor?
Ya la obtusa, negada y sanguinaria mano del régimen, con sus deformadas extremidades, representadas en las instituciones publicas, serviles y asalariadas, no solo nos infectan, sino además nos obligan a vegetar oprimidos, enfermos, embrutecidos y adulantes, bajo el mandato del déspota. Y el 27 de Mayo ya no tendremos quien levante la voz por nuestra lucha Ya no hay hueso sano.
De seguir así, como podremos explicar a nuestros hijos que el Himno Nacional en su estrofa inicial canta “Gloria al bravo pueblo”, cuando arrodillados hombro a hombro, debamos lamer las botas de los capitostes del régimen y darles las gracias por permitirnos hacerlo.
Lo peor, todavía no hemos tocado fondo, pero avizorando la esperanza debemos recordar “esto, también pasará”.

VM
25 V 2007