12/18/2011

¿ELECCIONES BAJO PROTECTORADO CUBANO?...Escrito por Antonio Pasquali

¿Cómo no presumir que los talibanes del régimen, antes de recurrir a la violencia, no tendrán ensayarán primero con métodos soft de quedarse en el poder, entre ellos el fraude electoral?
Entre quimio y quimio regresa Chávez a su sede alterna a remozar eslóganes y colores, exhibir impúdicamente su mal, renovar la semántica de la culpabilización y el insulto a la disidencia (“alacranes” y “canallada” esta vez); sobre todo, para practicar su más exitoso truco: ponernos a mirar hacia otro lado mientras él fabrica su dictadura.
Pásese por alto el pecadillo de curarse en La Habana. Desconfiados de la buena medicina nacional, los jerarcas de antaño acudían a renombradas clínicas yanquis, el de hoy a la escuálida y retrasada Cuba; cada quien a su imperio. De lo que no debemos olvidarnos es de sus serviles relaciones con la isla, escondidas en acuerdos secretos y vuelos sigilosos a La Habana, ni de su inyección de miles de castristas a lo más sensible de la administración, ni del cable o de la bandera cubana plantada en el Panteón ni del petróleo regalado; un entreguismo serial que nos ha convertido en lo más parecido a un protectorado. Ante Cuba, prohibido mirar allende: una triangulación de las elecciones de 2012 con La Habana, por ejemplo, es posible y no improbable.

En concreto: ¿es razonable temer un fraude gubernamental con sazón cubana en 2012?
En lo del fraude, desde luego.
Bien pendejo sería adoptar la tesis de su imposibilidad que pregona un régimen mentiroso. ¿Cómo no presumir que un dictador ansioso de gobernar hasta 2031, el cual nos previene de que si pierde habrá guerra civil, que la FAN no reconocerá victorias a la oposición y que sus talibanes impugnarán las armas para restaurarlo. ¿Cómo no presumir que alguien con ese talante no tendrá escrúpulos en ensayar primero métodos soft de quedarse en el poder, entre ellos el fraude electoral? Ese escenario figura seguramente entre sus prioridades tácticas ya planificadas.
¿Y la hipótesis de la triangulación cubana? Respuesta más plausible: por manipulación del registro civil, que el artículo 293 de la Constitución transfirió en mala hora al CNE (un arma temible en régimen absolutista), pero cuyo control final entregó Chávez a los cubanos.
Estalló hace poco el escándalo de la cedulación confiada por convenio secreto a una empresa cubana que se reserva el uso del código fuente, hecho denunciado en esta columna hace dos meses, y que personalidades irreprochables señalan hoy, con sobrada razón, como una traición a la patria.
Lo anterior bastaría para presumir manipulaciones foráneas, con fines electorales y otros, de nuestro registro civil/electoral; pero hay dos hechos más, confluyentes, que maximizan la sospecha: 1) en la inminencia de la llegada del cable a Cuba, la telefónica cubana Etecsa recompró a Telecom Italia 27% de su participación; en los libros de los italianos ella no valía más de 297 millones de dólares, los cubanos pagaron 706 millones, 500 de ellos cash. ¿Por qué tanto apresuramiento en deshacerse de un testigo estorboso y a semejante precio, y de dónde sacó, de paso, la paupérrima Cuba ese medio millardo líquido?; 2) en mayo pasado, Chávez instaló sorpresivamente a Socorro Hernández, comunista de línea dura y ex presidenta de Cantv, como miembro de la Junta Nacional Electoral (donde se “dirigen, supervisan y controlan todos los actos relativos al desarrollo de los procesos electorales”, Ley del Poder Electoral, artículo 46), hasta contra la voluntad de la presidenta Lucena. Hernández ha sido señalada como responsable del cambio a máquinas de votar con captahuella incorporado, artefacto irremediablemente sospechoso pese a la opinión de la propia MUD.
Un hilo conductor ha sido pues tejido: registro venezolano bajo control cubano, eliminación de testigos externos en el terminal habanero del cable (de este lado vigila la Cantv), nombramiento manu militari, en el CNE, de la persona ideal para hacer confiables enlaces telemáticos. En 2012, la inaccesible Sala de Totalización caraqueña del CNE, controlada por un militar, pudiera recibir en sus pantallas datos electorales que viajaron por el cable y regresaron confeccionados (es un decir) de La Habana.

apasquali66@yahoo.com

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